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Ben Alí dictador desde hace 23 años con el consentimiento de la Unión Europea y los EEUU, huye del país.
Todo se desataba cuando un joven, además bien formado (había estudiado informática), es abofeteado y escupido por un policía, fue una de esas gotas que colman un vaso, que lejos de apagar las llamas, hace prender hasta las cenizas, el joven era humillado por vender frutas en un puesto ambulante, ante la falta de oportunidades que se dan en Túnez, el joven termino quemándose a lo bonzo, fue el detonante, la chispa que prendió la mecha.
El pueblo se echo a la calle, harto de un régimen autárquico, se gritaba a la patria, luchan por una democracia, por vivir en paz, esto sucede en pleno siglo XXI, revuelta popular, en un país que para las potencias mundiales, -llamese EEUU y la Unión Europea.- era un país avanzado dentro siempre, claro esta, del panorama africano, parece ser que a los lideres mundiales que presumen de la libertad en sus países, hacen la vista gorda, ante regímenes autoritarios mientras les convenga económicamente, cosa que no nos debería sorprender, ya que en distintas etapas de la historia, incluso las han auspiciado, caso de Fulgencio Batista, por mencionar al primero que se me ha venido a la cabeza, a la que le sigue una triste y larga lista.
Ben Alí antes de abandonar al país que tenia subyugado tras dos décadas y estos últimos tres años, se pronuncio diciendo que derrogaria el poder en el 2014, pero los tunecinos estaban hartos, como para no, suena poco convincente de boca de un hombre que ha estado utilizando un país a su antojo durante 23 largos años.
Nos confirma que el poder del pueblo, es mayor del que se piensa, por mucho que los poderes, parezcan mas poderes, y que en pleno siglo XXI estas cosas parezcan cosas del pasado, pero mientras sigan existiendo republicas bananeras, seguirán existiendo “pueblos”.
El joven vendedor de fruta ambulante a logrado derrocar al tirano, en realidad ha sido el pueblo, pero sin el, es muy probable que la historia siguiera siendo igual, porque muchas veces la Historia empieza a tomar nuevo rumbo, con actos tan significativos, como este joven informatico, sin posibilidades, subyugado por un régimen autoritario que lo ahogaba, abocado a vender fruta, para sacar- supongo a duras penas- su vida adelante.
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